La Viñuela, Málaga
Hay historias que no necesitan grandes gestos para demostrar su fuerza. Cristina y Alejandro han construido la suya sobre cimientos sólidos, con la certeza de que el amor no es una meta, sino un camino que se recorre cada día. Junto a sus dos hijos, han creado una familia donde el cariño y la complicidad son el hilo conductor de su historia.
Su boda en el Hotel La Viñuela, con las montañas de Málaga como testigo, fue un reflejo perfecto de lo que son: disfrutones a más no poder. Desde el primer momento, se respiraba un ambiente de felicidad auténtica, de celebración sin filtros, de risas compartidas y abrazos que lo decían todo.
Entre copas al atardecer, bailes interminables y miradas que hablaban por sí solas, cada instante capturado se convirtió en un recuerdo imborrable. Porque cuando hay amor del bueno, cada fotografía se convierte en un reflejo de la vida misma: real, natural y llena de emoción.
Cristina y Alejandro, gracias por dejarme contar vuestra historia. Que vuestra vida siga siendo esa fiesta sin final, donde cada día sea una celebración de todo lo que habéis construido juntos.
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